EAE Madrid organiza una mesa redonda con motivo del día de la mujer sobre el Síndrome de la impostora
Con motivo del día de la mujer EAE Business School Madrid ha organizado una mesa redonda bajo el título “El síndrome de la impostora” compuesta por Blanca Ceña, Managing Direct and Board President de Vantage Towers; Juan Carlos Cubeiro, Premio Management 2022 Coach de Liderazgo; Elvira Andrés, vicepresidenta de la Real Federación Española de Fútbol y Laura Rivilla, directora General de Franquicia McDonalds. La mesa estuvo moderada por Pilar Llácer, profesora de EAE Madrid y Linkedin Top Voices 2020.
La apertura y bienvenida de la mesa redonda estuvo a cargo de Sara Herrero, directora de departamento académico de Business & Talent de EAE Madrid. Antes de dar paso a las ponentes, se retransmitió un vídeo en el que Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, escritoras del libro "El síndrome de la impostora. ¿Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?" contribuyeron con unas declaraciones a la mesa redonda.
En primer lugar Elisabeth contó de dónde surgió la idea de escribir el libro con Anne "fuimos a una conferencia de una mujer brillante, directora en los medios, quien dijo en un momento de la conferencia que se sentía ilegítima" a partir de ese momento empezaron a hablar con sus amigas del tema y se dieron cuenta que muchas de ellas habían sido víctimas de la falta de confianza en sí mismas. De ahí surgió la idea de escribir un libro para todas esas mujeres que les falta confianza y creerse lo buenas que son.
Por su lado, Anne añadió que para trabajar esa confianza es importante "crear una lista con todos tus éxitos y lo que has logrado con tu talento para creer en ti misma". También recomendó trabajar en conocer tus limitaciones, tu fuerza y tus valores.
A continuación, Pilar abrió la mesa redonda dando paso a las cuatro ponentes. La primera pregunta fue cuáles habían sido sus principales fracasos profesionales y qué aprendieron de ellos.
Blanca Ceña se sinceró explicando un momento de su vida profesional en la que no contaron con ella para un proyecto y en ese momento aprendió tres lecciones como “no infravalorar nada que no conozcas, tener visión lateral y pase lo que pase siempre puedes salir hacia arriba” Ceña resumió que volvió a remontar y a posicionarse.
Por su lado, Elvira Andrés, contó que empezó a asumir responsabilidades en el trabajo muy jovencita y reconoció como error la excesiva prudencia o el no saber decir las cosas a tiempo… “Me costaba decirle a la gente que las cosas estaban mal hechas y con el tiempo he aprendido que las cosas hay que decirlas, con educación y asertividad, pero a decirlas”.
La mesa redonda prosiguió con el tema de qué competencias les hace falta a las empresas para crecer y para desarrollarse. Laura Rivilla explicó que, según ella, actualmente, a las empresas les hace falta competencias que desarrollen la inteligencia emocional. “Hay que entender que con café para todos en las empresas no funciona”. Asimismo, Laura consideró que en las empresas “hay mucho trabajo en grupo, pero no hay trabajo en equipo”.
Respecto a este tema Blanca Ceña explicó que a veces a las empresas les falta maximizar la confianza en el empleado, y “si queremos que los trabajadores sean productivos hay que conseguir que sean felices y trabajen a gusto”.
Por último, Juan Carlos Cubeiro contó que en España tenemos un problema de liderazgo, “somos muy buenos en atracción de talento, pero nos falta liderazgo”. Asimismo, contó que para superar el síndrome de la impostora hay que querer superarlo y trabajar la asertividad y la autoconfianza, “la asertividad se entrena, ya que es una mezcla entre empatía y autoconfianza así como la autoconfianza es autoestima más dignidad” concluyó Juan Carlos.
Pilar Llácer finalizó la mesa redonda exponiendo las principales conclusiones de los temas tratados. Entre las conclusiones destaca que dentro de las empresas hay que aprender a sacar los codos de forma ética porque muchas veces la vista no es tan justa como nos gustaría. Otra de las conclusiones fue que las relaciones interpersonales son muy importantes, hay que saber comprender al que tienes enfrente y tener empatía. La tercera conclusión fue que “muchas veces nos infravaloramos sobre lo que sabemos hacer. Hay que perder el miedo y decir yo soy brillante en esto y lo voy hacer. Y por último “si queremos que los trabajadores sean productivos tenemos que conseguir que sean felices y trabajen a gusto”